La célebre frase de Richard Branson, "Los clientes no son lo primero. Lo primero son los empleados. Si cuidas de tus empleados, ellos cuidarán de tus clientes", destaca un principio esencial en la gestión empresarial que a menudo se pasa por alto.

En la actualidad, nos encontramos en medio de una crisis de talento significativa, lo que dificulta a las organizaciones atraer, desarrollar y retener el talento necesario para mantenerse competitivas en el mercado. Este desequilibrio entre la oferta y la demanda de habilidades específicas en el mercado laboral resalta la importancia de abordar la experiencia del empleado/a como una prioridad estratégica.

En este contexto de experiencia del empleado/a, como implementarla y como auditarla emerge como una herramienta importante para las áreas de dirección por varias razones fundamentales:

• Proporciona información esencial que permite tomar decisiones que mejoren la experiencia laboral de nuestros empleados/as.
• Refuerza la imagen de marca empleadora y convierte a las personas empleadas en embajadores de la marca.
• Una experiencia positiva para los empleados/as, reduce la rotación.
• Se posiciona a la organización como un destino deseable para el talento.

Por lo tanto, presentamos una propuesta destinada a capacitar a la dirección general o de recursos humanos en la adquisición de una metodología básica para llevar a cabo el diseño de su propia experiencia de la persona empleada y una auditoría de experiencia del empleado/a. El objetivo es que puedan identificar de manera ágil sus puntos de dolor en la experiencia laboral y, si es posible, abordarlos eficazmente.